Ahora que nos encontramos en pleno brote del COVID-19 (el agente comúnmente llamado coronavirus) es momento de preguntarse si este virus afecta de manera especial a las embarazadas o a quienes están planeando estarlo próximamente.

iGin frente al COVID-19

Ante la situación excepcional causada por la expansión del virus COVID-19 en nuestro país, desde iGin queremos trasladar un mensaje de tranquilidad a nuestras usuarias: en nuestras clínicas adoptamos las normativas médicas necesarias para garantizar la seguridad de todas las pacientes frente a este virus.

También queremos informar de que no existe evidencia de que en los embarazos el virus pueda transmitirse de forma intrauterina al bebé, como tampoco hay evidencia de que se transmita a través de los tratamientos de reproducción asistida, por lo que podéis iniciar uno o continuar con el que llevéis a cabo sin preocupación. Pero, si lo deseáis, podemos realizar las consultas a través de videoconferencia o teléfono y dejar las ecografías u otras pruebas para más adelante.

Además, estamos permanentemente actualizando nuestros protocolos y hemos implantado las siguientes medidas:

  • Si antes de acudir a consulta tenéis síntomas como resfriado, fiebre o problemas respiratorios, contactad con la clínica. Os reprogramaremos la cita.
  • En caso de tener síntomas leves es posible que cancelemos el tratamiento. Si bien, esta medida estará individualizada en función de cada tipo de tratamiento y clínica del paciente.
  • No se realizarán tratamientos a personas con diagnóstico confirmado de COVID-19 hasta pasado un mes de la resolución de la infección.
  • En nuestras instalaciones se debe procurar mantener la máxima distancia interpersonal entre el mostrador, personal sanitario y las pacientes.
  • Al acudir a la clínica se recomienda lavarse las manos. También es recomendable llevar geles de lavado de manos para utilizarlos antes y después de la consulta.
  • La sala de espera es un lugar concurrido por lo que recomendamos a nuestras usuarias que se sienten dejando un sitio libre entre cada paciente si es posible.
  • Siempre que sea posible, se recomienda no acudir acompañada a las consultas.
  • Evitaremos los saludos con apretones de mano o abrazos.
  • Tras cada visita las consultas se desinfectarán.
  • Pedimos a las pacientes que procuren tocar mínimo imprescindible los objetos del entorno.

 

Embarazo y COVID-19

Hay que partir de la base de que, cuando nos enfrentamos a una infección desconocida -y sobre todo en Obstetricia y Perinatal- es necesario disponer de un tiempo mínimo para estudiar adecuadamente la situación y contar con una muestra amplia que nos permita arrojar resultados concluyentes y contrastados. Es evidente que aún no hemos tenido ese tiempo crucial, pero sí empezamos a disponer de ciertos datos.

Sabemos que las embarazadas son susceptibles a patógenos respiratorios o neumonías debido a que su sistema inmunitario y los cambios a nivel fisiológico lo facilitan. Este es el motivo por el que se las vacuna en las campañas anuales de la gripe. Puede entenderse, por tanto, que sean tratadas como un grupo de riesgo y la recomendación general es que extremen las precauciones y medidas higiénicas, especialmente si tienen alguna patología previa o complicaciones durante el embarazo, como afirma este estudio de la revista Lancet.

No obstante, no hay motivo para ser alarmistas. Por ejemplo, según un reciente reporte publicado por la Organización Mundial de la Salud (página 32), las embarazadas NO tienen más probabilidades que otros colectivos de desarrollar síntomas críticos por el contagio del coronavirus. De los casos estudiados, el 8% desarrolló enfermedad severa y un 1% llegó a estadios críticos de la misma. Unas cifras similares a las de la población general. Parece que las posibilidades de aborto, parto prematuro, crecimiento intrauterino retardado y otros tipos de complicaciones obstétricas son menores que las vimos en otros virus como el SARS-H1N1. 

La infección en niños (0-19 años) parece menos probable que en adultos. La posibilidad de desarrollar complicaciones severas o críticas también es inferior (ronda el 2,5% para adultos y 0,2% respectivamente). 

Además, hasta el momento NO existe evidencia de que el virus pueda transmitirse de forma intrauterina al hijo, o que genere complicaciones perinatales. Este estudio publicado también en la revista Lancet se encargó de monitorizar a mujeres infectadas con el COVID-19 en la última fase del embarazo: ninguna tuvo complicaciones más allá de fiebre leve o tos. Los bebés nacieron sin problemas y sin portar el virus.

Tal y como informa la Sociedad Española de Fertilidad -a la que pertenece iGin- no hay evidencias de que el virus se encuentre presente en material biológico reproductivo (ovocitos, espermatozoides, embriones) ni en líquidos biológicos relacionados (liquido folicular, semen) ni en secreciones genitales (vaginales, uterinas). Tampoco se ha descrito un efecto teratógeno en pacientes embarazadas, que lleve a desaconsejar quedar embarazada.

Por supuesto, y al igual que sucede en los casos de una gestante con neumonía o infecciones respiratorias, las mujeres embarazadas que contraigan el COVID-19 deberían ser monitorizadas y controladas. Pero, por el momento, no hay indicios de que la enfermedad en ellas sea particularmente agresiva, incida de manera especial en el bebé o se transmita internamente.

Pese a que tanto en mujeres embarazadas como en niños de momento no se ha visto una asociación con un incremento de la severidad de los síntomas, es normal actuar con precaución y tratarlos como grupos de riesgo. Esto conlleva un aumento de las medidas de protección para que no se expongan al contagio. 

En conclusión: con los datos que disponemos en este momento no hay evidencia de que las mujeres embarazadas sean más susceptibles al contagio, ni que sus pronósticos empeoren con respecto a la población general. La recomendación para ellas es que se laven las manos con frecuencia y, en la medida de lo posible, eviten el contacto físico con personas enfermas y no frecuenten los entornos más propensos para el contagio, como las aglomeraciones o reuniones. En el caso de sentir síntomas respiratorios y/o fiebre se deben poner en contacto con el número de teléfono habilitado en su provincia, donde se las atenderá para descartar la infección y/o ser controladas.

En iGin ante todo nos preocupamos por la seguridad de nuestras pacientes, y seguimos todos los protocolos y medidas de prevención ante la propagación de este virus.