Como cada año, el 14 de febrero tiene lugar en todo el mundo la más célebre fiesta en torno al amor de pareja: San Valentín. Una fecha curiosamente rehuida por mucha gente por su evidente connotación comercial. Pero esta celebración puede servirnos para confrontar el amor no desde su vertiente consumista, sino desde el lado humano, emocional y sincero. Tal vez por eso, desde hace casi veinte años se decidió que ésta sería precisamente la mejor fecha para conmemorar también la importancia de la salud sexual. Así, hoy se celebra también el Día Europeo de la Salud Sexual.

Se pretende concienciar y sensibilizar sobre la necesidad de adquirir y mantener hábitos sexuales saludables, que repercuten directamente sobre la salud reproductiva. La Organización Mundial de la Salud indica que la “salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social con relación a la sexualidad; no es la mera ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. La salud sexual debe defender, proteger, mantener y respetar los derechos sexuales de todas las personas”. La misma OMS refrendó que los Derechos Sexuales se engloban dentro de los Derechos Humanos para asegurar, por ejemplo, que las personas puedan acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva.

Por eso hoy en iGin incidimos en la importancia de respetar y defender los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas, pero poniendo énfasis en aquellas que histórica y socialmente más comprometidos los han visto: el colectivo gay.

En este sentido, nuestros profesionales y centros son especialistas en el método ROPA, especialmente indicado para parejas lesbianas casadas que quieren ser madres. Sus siglas vienen de Recepción de Ovocitos de la PAreja.

Consiste en extraer los óvulos de una de las mujeres de la pareja, sometida previamente a estimulación ovárica. Estos óvulos son fecundados con semen de donante anónimo elegido según características físicas de la pareja. Finalmente, los embriones generados son recibidos por la otra chica, que habrá realizado simultáneamente un tratamiento de preparación de su útero para permitir la implantación. Este método de maternidad compartida es ideal, pues permite que ambas mujeres de la pareja participen activamente en el acto de crear su familia.

Si queréis ampliar la información sobre esta técnica, o estáis interesadas en llevarla a cabo en nuestros centros, no dudéis en contactar con nosotros aquí, os llamaremos lo antes posible.