Ahora que comienzan el verano y las vacaciones, tal vez te lances a realizar un viaje en avión. Si tu embarazo no ha sufrido ningún tipo de complicación, durante los primeros meses puedes volar sin problema alguno. Pero en caso de que tengas la tensión alta, hayas sufrido sangrados o seas diabética, un vuelo puede suponer un esfuerzo apreciable.
Por ello, antes de realizarlo deberías consultarlo con tu médico, para que evalúe la situación y te dé las indicaciones precisas.
Al margen de los controles y la seguridad extra que la pandemia de Covid-19 ha traído consigo, debes saber que la política a la hora de aceptar pasajeras embarazadas no es la misma en todas las compañías: es un motivo de precaución extra el hecho de que puedas tener un problema en pleno vuelo (o que des a luz), por lo que algunas son restrictivas: cuando el embarazo está entre las 32 y las 33 semanas pueden prohibir directamente el vuelo. Otras exigen un informe médico que, por lo menos, certifique que el viaje no supone un riesgo para la salud y que, por tanto, no puede darse una situación de emergencia médica en pleno vuelo.
Si tienes un embarazo múltiple debes saber que esas 32 semanas descienden a 28 en la mayoría de las compañías, ya que si lo que esperas son gemelos, el plazo para dar a luz se adelantará. Para que este certificado tenga validez es necesario que sea expedido por lo menos con una semana de antelación al vuelo.
De forma general, las aerolíneas low-cost son menos permisivas, y aplican unos plazos más restrictivos. Y por el contrario, las compañías clásicas con un coste mayor dan más margen para que vueles siempre que no estés a una semana de dar a luz, que es el tope en el que, desde un punto de vista médico, está terminantemente prohibido volar.
Cuando planifiques el viaje, debes procurar que sea lo más confortable posible y que te suponga el mínimo estrés. Para ello, la ropa es imprescindible: busca las prendas más holgadas y cómodas posible.
Beber agua e ir al baño también es indispensable. Mantenerte hidratada es vital, bebe todo lo que necesites, aunque eso te haga levantarte continuamente al aseo. Además, si el viaje es largo debes procurar moverte y hacer que tu circulación no se estanque. Si vas a usar medias, ten en cuenta que los modelos de comprensión son los que más favorecen la circulación, evitan que las piernas adquieran hinchazón y facilitan la sensación de comodidad para moverte en el avión.