La decisión de ser madre soltera no es algo que se tome a la ligera. A pesar de haberlo pensado mucho (pero no demasiado), ahora que mi hijo está aquí conmigo os puedo decir que ¡no podía ni imaginarme la aventura que es la maternidad!

Cuando decidí que sí, que quería hacerlo, comencé por consultar con mi ginecólogo y buscar la clínica idónea por internet. Recabé información de multitud de centros, leí y tuve en cuenta muchas opiniones. Finalmente di con iGin.

Lo que vi a través de su web me convenció de inmediato. Las opiniones eran todas positivas, los datos y resultados alentadores, por lo que contacté con la clínica para iniciar mi tratamiento de inseminación artificial con donante. No hace falta decir que todo lo bueno que había leído respecto al centro se confirmó y fortaleció después de la primera información que nos intercambiamos por correo electrónico. Y aún más después de la primera consulta a través de videollamada. Me encontré con un personal muy amable y bien formado que supo darme tranquilidad incluso cuando aquí en Italia todo parecía ir mal (mi ginecólogo estuvo de baja, las clínicas a las que recurrí aquí que no me daban los resultados a tiempo…).

En iGin me guiaron paso a paso, y aunque  lo hicieran desde la distancia los sentí muy cerca de mi corazón en los momentos más importantes. Seguí sus consejos al pie de la letra, animada también por otras chicas que conocí en internet y que habían sido pacientes anteriormente. Todo salió a la perfección.

Es cierto: a pesar de mis pocas posibilidades de éxito, conseguí quedarme embarazada a la primera. Pero claro, la habilidad en la técnica que aplican los médicos en iGin es inigualable. No tengo una vara de medir, pero mi satisfacción es del 100% y eso es todo para mí.

Ahora estoy criando a mi hijo y aunque a veces es difícil, muy difícil, estoy empezando a pensar en darle un hermanito o hermanita. No sé si esto sucederá porque conoceré al hombre de mi vida o eventualmente me decidiré a tenerlo como madre soltera de nuevo. Pero estoy muy segura de que si ese fuera el caso volvería a confiar en iGin.

Se lo he recomendado a todos, incluso a un par de amigos míos, y ellos también tuvieron a su bebé gracias a iGin. Así que solo puedo cerrar diciendo GRACIAS. Y aconsejándoos que confiéis y os pongáis sin dudar en sus manos.