Por regla general, a las pacientes de reproducción asistida que recurren a la donación de óvulos les lleva un tiempo reconocer que este tratamiento va a ser su única posibilidad de tener hijos. Deben atravesar un proceso de aceptación a nivel psicológico y emocional.
Pero lo cierto es que hoy en día la maternidad trasciende la biología. Que nuestro hijo no lleve nuestro ADN no lo hace menos nuestro, ni implica que nuestra maternidad vaya a ser distinta. Ni siquiera que no vayamos a ver caracteres reflejados en él. La donación de óvulos sólo significa que otra mujer va a ayudarnos a conseguir el embarazo que de forma natural se nos resiste.
Algunas de las dudas más frecuentes en las madres que van a iniciar un tratamiento de ovodonación tienen que ver con la donante: ¿Cómo será la chica que me done sus óvulos? ¿Qué pruebas le harán? ¿Cómo la seleccionan? ¿Se parecerá mi bebé a mí?
Lo primero que debes saber es que España cuenta con una de las leyes de reproducción asistida mejor reguladas y abiertas de Europa. El marco legal español garantiza la confidencialidad y obliga al anonimato cruzado en la donación de óvulos: la donante no podrá conocer la identidad de los futuros padres, así como estos tampoco podrán conocer la identidad de la donante.
La elección de la donante para la receptora la realiza la clínica de fertilidad (a través de un equipo multidisciplinar de médicos y enfermeras). Las candidatas para una donación han de cumplir algunos requisitos:
- Tener entre 18 y 35 años.
- Contar con una buena salud física y mental.
- No tener antecedentes de anomalías genéticas o metabólicas.
- No encontrarse en situación social desfavorecida.
- No ser adoptada.
Tras una visita ginecológica, a la donante se le realiza una analítica para conocer su estado de salud y es valorada médicamente. También se le realiza una completa entrevista a nivel psicotécnico. Todos estos datos van a figurar en su ficha de donante, que es lo más completa posible. Incluye su raza, grupo sanguíneo y características físicas. Una vez se tienen todos los resultados y los responsables médicos dan su visto bueno, la donante pasa a formar parte del programa de donación.
Como complemento, se realiza un test de compatibilidad genético (llamado HERES) para conocer las mutaciones de las que pueda ser portadora.
¿Cómo se hace la selección?
Cuando una mujer o pareja va a realizar un tratamiento de ovodonación, se tienen en cuenta las características físicas de la receptora (altura, peso, color de ojos, color y textura de pelo, color y tipo de la piel). Además, la mujer suele aportar una foto de cara y cuerpo entero de cuando tenía entre 20 y 30 años. Todo esto es necesario para conseguir que los rasgos físicos se ajusten al máximo a los de su donante.
También se asigna un grupo sanguíneo compatible para que el del recién nacido resulte de la combinación de los de sus futuros padres. Y además se analizan las posibles mutaciones genéticas entre la donante y la pareja de la receptora con el fin de evitar enfermedades raras en el bebé.
No es raro que algunas mujeres pregunten por la formación, los gustos o la inteligencia de las donantes. En este sentido, se debe aclarar que la educación, nivel intelectual y educativo, creencias o intereses no se consideran factores determinantes. Serán el entorno, la educación y las interacciones con su círculo social las que influyan en esas características del hijo.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
Desde que la paciente comienza con la medicación para la preparación endometrial, la posible donante que haya sido seleccionada iniciará también la estimulación. El día de la punción folicular de la donante (momento en que se le extraen los óvulos), la pareja de la receptora debe dejar en la clínica una muestra de semen. Si se necesitase, se utilizará semen de banco.
En ese instante, y si todo ha ido bien, se realiza en laboratorio la fecundación de los óvulos, que cuando lleguen al estado de blastocisto (en cinco o seis días) serán transferidos a la paciente. Para ello, su endometrio debe haber engrosado por lo menos 6 milímetros y los ovarios encontrarse en reposo. Si no es así, los embriones se vitrificarán y se transferirán cuando la receptora se encuentre lista de nuevo.