La resistencia a la insulina es una causa cada vez más habitual de infertilidad, ya que produce cambios físicos en los procesos de ovulación y afecta a la capacidad de lograr el embarazo. Y decimos que es causa frecuente y en crecimiento porque esta condición afecta a cerca del 40% de las mujeres. La parte positiva: tiene fácil solución.
La insulina es una hormona producida por el páncreas cuyo propósito controlar los niveles de glucosa en sangre. Lo hace asegurando una adecuada y medida administración de azúcar a las células para que tengan energía y puedan ser funcionales. Una persona con resistencia a la insulina sufre una alteración en sus tejidos que impide a esta hormona ejercer su acción sobre ellos; el páncreas libera entonces más insulina en un intento de que las células respondan a su acción.
Este exceso de insulina permite mantener normales los niveles de azúcar, pero tiene consecuencias negativas para otras funciones. Por ejemplo, incrementa la producción de andrógenos como la testosterona, que dificulta una correcta ovulación. También reduce la capacidad de implantación del embrión y se asocia con un mayor número de abortos. Además, unos niveles altos de insulina en sangre son una de las características del síndrome de ovarios poliquísticos.
La resistencia a la insulina se produce por diversas razones: genéticas, sedentarismo, obesidad o síndrome de ovarios poliquísticos, por ejemplo.
Hay algunos síntomas sospechosos cuando se da esta condición:
- Acumulación de grasa en el abdomen.
- Cambios de humor, temblores o mareos tras 2 ó 3 horas sin comer.
- Necesidad de comer algo dulce cada día.
- Sed excesiva.
- Pigmentación en la piel, sobre todo pliegues de axilas y cuello.
- Vello abundante en el cara y abdomen.
- Depresión y/o cansancio.
- Niveles elevados de colesterol o triglicéridos.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico consiste en una prueba en ayunas. Se extraen muestras de sangre antes de ingerir una carga de glucosa; y 60 y 120 minutos despúes se vuleve a extraer para determinar los niveles de insulina en sangre. Si estos salen elevados hay que iniciar el tratamiento para lograr el embarazo y reducir el riesgo de aborto.
Si se tiene sobrepeso u obesidad es conveniente seguir unas pautas adecuadas de alimentación y vida saludable:
- No abusar de los carbohidratos. Sobre todo a partir de las 18h.
- Realizar actividad física diaria. Basta con dar un paseo de 30 minutos alterando el ritmo para asegurar una buena respuesta cardiológica.
El tratamiento consiste en una medicación que ha resultado especialmente eficaz ante este problema: la metformina.