Has respetado todas las etapas y tiempos del tratamiento de fertilidad. Has seguido al pie de la letra las indicaciones de tu médico. Los embriones eran de buena calidad y tu estado el idóneo. Sin embargo, no consigues que tu embarazo llegue … ¿Qué puede estar fallando?

La última fase del proceso de reproducción asistida es la transferencia del embrión. Su arraigo en el endometrio es un episodio decisivo en la gestación, de forma que si no se produce correctamente, el embarazo no tendrá lugar. Si esto se repite tras tres ciclos de FIV-ICSI o tras la transferencia de más de cuatro embriones, estaríamos ante lo que se conoce como fallo de implantación.

Vamos a repasar los factores más habituales que pueden estar en el origen de este problema y sus posibles soluciones.

  • Fallos cromosómicos en el embrión

A veces los embriones son portadores de anomalías genéticas que hacen inviable su implantación. Se requiere realizar un cariotipo tanto de la madre como del padre para detectar factores hereditarios que deriven en estos defectos cromosomáticos que estén dificultando el embarazo. También es posible llevar a cabo el Diagnóstico Genético Preimplantacional de los embriones para descartar aquellos que por defectos genéticos no será capaces de implantarse en el útero materno.

  • Complicaciones uterinas

La presencia de patologías como pólipos endometriales, miomas o hidrosalpinx (la acumulación de líquido en las trompas de Falopio) pueden impedir al embrión implantarse y sobrevivir en el útero. Estos problemas se detectan mediante una histeroscopia u otras pruebas específicas (como la histerosalpingografía) y si es posible se solucionan mediante cirugía.

  • Edad de la mujer

Es un hecho que la edad de la mujer repercute en la calidad ovocitaria, especialmente a partir de los 35 años, lo que dificulta la obtención de embriones de calidad. Pero, además, el estado del endometrio también se puede ver comprometido por la edad, volviéndose menos receptivo para la implantación.

  • Endometritis

Es una infección (a menudo bacteriana) que causa la inflamación del endometrio. Suele pasar desapercibida porque normalmente cursa sin síntomas o con síntomas poco específicos: dolor pélvico ocasional, fiebre, hemorragias uterinas... La forma de diagnosticarla es mediante biopsia o cultivo endometrial. Se trata con antibióticos.

  • Aumento de la coagulación sanguínea

Los trastornos de coagulación de la sangre pueden generar trombos que impiden el correcto riego sanguíneo de la placenta hacia el embrión. Estos problemas, que se detectan mediante un análisis sanguíneo, se tratan con medicamentos anticoagulantes.

  • Síndrome antifosfolipídico

Se trata de una enfermedad autoinmune que ocasiona que el sistema inmunitario de la mujer identifique al embrión como un agente externo dañino y ataque sus células, provocando el rechazo. Se detecta con un análisis de sangre específico. Su tratamiento se basa en medicación anticoagulante.


Recuerda que en iGin estudiamos y tratamos los casos en los que se produce el fallo de implantación para lograr finalmente el embarazo. Si lo necesitas pide tu cita totalmente gratuita aquí.

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