El test de compatibilidad genética, también conocido como "matching genético", es una técnica de última generación que nos permite comparar el análisis de los genes de la pareja para asegurar que ambos no son portadores de la misma patología, evitando así que los embriones resultantes de un tratamiento de reproducción sean afectados por ella.
Se realiza a ambos miembros de la pareja si los dos aportan sus gametos, o en caso de donaciones a quien aporte el óvulo o espermatozoides. Podemos detectar hasta 16.595 mutaciones distintas.
Estas enfermedades recesivas son poco habituales, pero suelen ser graves y de mal pronóstico, como la fibrosis quística.
El proceso consiste en realizar un análisis genético en ambos progenitores y cruzar los resultados para comprobar si ambos son portadores de la misma enfermedad. En caso positivo, existe un 25% de probabilidades de que el embrión reciba la enfermedad.
En el caso de que se encuentre alguna incompatibilidad, recomendamos realizar un Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) para seleccionar los embriones que no porten la enfermedad.
En iGin lo llevamos a cabo en todos nuestros procedimientos (FIV-ICSI, DGP, Ovodonación, Método ROPA) sin coste adicional para la paciente.