Una vez tomada la decisión de iniciar un tratamiento de reproducción asistida, conviene preparar el cuerpo y la mente para afrontarlo de la mejor manera posible. Se trata de un proceso que conllevará cambios hormonales y emocionales, por lo que es adecuado estar preparada desde el plano físico y psicológico.

Físicamente

La recomendación es que trates de seguir una dieta saludable, controlando siempre estar en el peso adecuado. También es importante el reposo, por lo que deberías vigilar el consumo de sustancias que alteren tu descanso, como el alcohol o la cafeína. Puedes realizar el ejercicio físico que acostumbres, adaptado a tus capacidades, pero es mejor que evites actividades de contacto y excesiva demanda física.

En el plano emocional

La gestión de la paciencia juega un papel muy importante. Estos tratamientos suelen extenderse en el tiempo, por lo que hay que aprender a esperar y no agobiarse si los resultados no llegan a la primera. La medicina reproductiva requiere de tiempo.

Si se cuenta con pareja, su apoyo es fundamental; a fin de cuentas se trata de un proyecto compartido. Si, por ejemplo, vais a ser dos mamás, el método ROPA es un tratamiento idóneo porque os permitirá a ambas ser parte activa del proceso. Y si no tienes pareja, es recomendable encontrar apoyo en alguien de confianza, a quien le puedas contar sin trabas y en cualquier momento cómo va el proceso y cómo te sientes.

Desde el punto de vista médico

Hay algunos aspectos que te convendrá saber cuando llegue el momento de iniciar el tratamiento. A continuación te contamos algunos de ellos para que puedas afrontarlos con conocimiento y conseguir el mejor resultado.

Medicación para la punción ovocitaria:

En la mayoría de los tratamientos (FIV-ICSI, método ROPA o preservación de la fertilidad) la medicación juega un papel muy importante. Durante la estimulación para lograr una buena respuesta ovárica es habitual el uso de hormonas. Esta medicación en ocasiones provoca efectos secundarios leves y pasajeros, como hinchazón abdominal, fatiga, dolor de cabeza o retención de líquidos

La punción ovocitaria:

Es el procedimiento para extraer los óvulos. La intervención se realiza bajo sedación y en ayunas. Se administra un fármaco a través de una inyección intravenosa que te dejará dormida durante un breve espacio de tiempo. La duración va de los 10 a 20 minutos. Tras ella, el médico te informará de cómo ha ido la extracción y del número de ovocitos maduros obtenidos.

Estarás de dos o tres horas en reposo en la clínica, y cuando llegues a casa también deberías hacer reposo. Podrás comer y beber con normalidad.

Transferencia del embrión:

Es el último paso en un tratamiento de FIV-ICSI, ovodonación o método ROPA. Consiste en implantar en el útero de la gestante el embrión que ha llegado a su fase de blastocisto en el laboratorio. Se usa una cánula que permite pasar a través del cuello uterino. Hay que presentarse con la vejiga llena, ya que permite una mejor visualización ecográfica. Tras el procedimiento, se recomienda reposo relativo durante ese día.