Nuestro viaje al mundo de la reproducción asistida nos ofrecía dos posibles destinos: una clínica en Francia, de donde somos mi pareja y yo, o iGin, en Bilbao, de la que habíamos oído y leído muy buenas referencias.

Tras reunirnos y pasar consulta con ambas, terminamos eligiendo a iGin. Y eso que, como decía, soy francesa, pero debo reconocer que en cuanto a apoyo, atención, disponibilidad y avance médico este centro destaca sobre los demás. Con ellos también nos evitábamos todos los escollos y problemas a los que nos enfrentamos las pacientes las francesas en nuestro propio país.

En cuanto a la clínica en particular, los conozco desde 2018, cuando fui para hacerme una preservación de la fertilidad con 40 años. Y hoy estoy embarazada de casi dos meses gracias a ellos y al primer intento.

El recorrido fue largo porque tuve que posponer nuestra FIV con Diagnóstico Genético Preimplantacional varias veces por diversas razones (algunas médicas) pero aguantamos y sobre todo confiamos en ellos. Son quienes mejor nos han aconsejado, indicándonos el día idóneo para la transferencia, consiguiendo que se reunieran las condiciones óptimas.

Os puedo reconocer que sentíamos cierta presión porque teníamos un solo embrión (blastocisto), pero contábamos con un buen resultado en la prueba previa a la implantación y con la experiencia y conocimiento del equipo de iGin. Y así fue que, a pesar tener un solo intento y las dificultades añadidas, funcionó a la primera.

Así que gracias a todo el equipo de la clínica. Sois geniales y os lo agradezco desde el fondo de mi corazón. Quiero mandar un guiño especial a Karine, Héloïse y la doctora Leyre Davalillo por su apoyo.


Geraldine (Francia)