Aunque parezca contradictorio, en los centros de reproducción asistida abundan las consultas provenientes de mujeres que ya son madres. Chicas, o parejas, que han tenido un bebé y se plantean buscarle un hermanito. El problema viene cuando empieza a pasar el tiempo y ese segundo embarazo no llega.
Lo que sí llega es el estrés, la tensión y un alto grado de incomprensión. Porque, si ya hemos sido madres una vez… ¿por qué ahora no lo logramos? Hay una tendencia a dar por sentado que si se ha conseguido antes, la mujer (y pareja, si la hay) es perfectamente fértil y no habrá problemas para lograr otro embarazo. Pero no es así. Cuando sucede, hablamos de infertilidad secundaria. Es mucho más frecuente de lo que pensamos.
Existen algunos factores que pueden originar esa infertilidad, aunque también es posible que los problemas ya estuvieran ahí originariamente y el primer embarazo fuese fruto de la fortuna.
Normalmente, el principal responsable de esta infertilidad es el tiempo. Nuestra sociedad ha ido retrasando la edad de maternidad del primer hijo, luchando contra nuestro propio reloj biológico. Así que ahora, cuando se busca el segundo, suele ser a edades bastante avanzadas, con lo que la reserva ovárica ha disminuido sensiblemente. No sólo en la cantidad de óvulos, también en su calidad.
El estrés (familiar, laboral…) es otro condicionante importante sobre nuestra fertilidad. Y a ello se le añade la ansiedad que llega cuando queremos ampliar la familia pero vemos que no lo conseguimos. Es una presión añadida que influye negativamente en nuestro bienestar y capacidad fértil.
Por último, hay una serie de variables relacionadas con la salud que pueden originar esa infertilidad. Desde los hábitos saludables como la alimentación o el ejercicio (que pueden haber empeorado desde el primer embarazo), hasta patologías y afecciones que se hayan presentado o agravado recientemente: endometriosis, mala calidad seminal, problemas en el útero, alteraciones en las trompas o desequilibrios hormonales, entre otros.
Cuando el segundo embarazo no llega, suele haber un desgaste emocional importante en la mujer, que erróneamente tiende a asumir la responsabilidad. Lo principal es huir de la presión. Entender que es una situación que sucede mucho más a menudo de lo que pensamos y que, en la mayoría de los casos, tiene solución con la adecuada ayuda médica.
Por norma, la recomendación es que si tienes más de 35 años y llevas más de seis meses buscando sin éxito ese embarazo, pidas consulta en un centro de reproducción. En iGin, por ejemplo, son todas gratuitas y podemos realizarlas mediante videoconferencia, para comodidad de la paciente.
En estas consultas se realizan estudios de fertilidad para hallar el origen del problema y darle solución en el menor tiempo posible y con el menor gasto económico y emocional para la mujer y la pareja.
Así que recuerda: no es un tema del que se hable mucho, pero para muchas mujeres no es fácil lograr el segundo embarazo. Lo importante es que, en la mayoría de los casos, la reproducción asistida puede ayudar a conseguirlo.